Es adicta a las avellanas. Era imposible no prepararle una "buttercream" con este fruto tan rico... El problema fue que estaba presente mientras la preparaba y no pudo esperar a que estuviera el cupcake montadito: rebañó sin piedad el bol, las cucharas...
¡La próxima vez tendré que vigilarla!
Aún y así, pude terminar estos pastelitos: una base de bizcocho clásico, una capa de chocolate con leche, la crema de avellanas y una decoración con chocolate negro y almendras caramelizadas... Como dicen en Francia: à croquer!
No hay comentarios:
Publicar un comentario